Menos emisiones, menos cambio climático

Los científicos dicen que la Tierra se calentará dos grados en el 2050 si no se controlan los gases

por Alicia Rivera, Madrid ( 10-11-99)
Si la humanidad logra reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, el cambio climático en el próximo siglo será mucho más leve. La temperatura media de la Tierra subirá dos grados hacia el 2050 si no se controlan dichas emisiones, mientras que ese efecto se retrasará 50 o 100 años si se toman medidas de contención efectivas. Unos 3.000 millones de personas sufrirán escasez de agua dentro de un siglo, pero si se emite a la atmósfera menos dióxido de carbono la estimación de damnificados baja a mil millones o incluso no aumenta respecto a la actualidad si las medidas son drásticas. Son los últimos resultados del prestigioso Centro Hadley británico presentados en la conferencia mundial del clima celebrada en Bonn la semana pasada.

La temperatura media de la Tierra es ahora 0,7 grados centígrados más alta que hace un siglo; la década de los noventa es la más caliente globalmente de los últimos 140 años, es decir, desde que se tienen registros. El cambio climático está en marcha, no hay duda, afirman los científicos, y la actividad del hombre, con sus emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera desde el inicio de la industrialización, es responsable en parte de ese calentamiento. Si alguna incertidumbre queda al respecto es el porcentaje de responsabilidad humana y los efectos detallados del cambio climático en el próximo siglo en diferentes regiones de la Tierra.

"El cambio climático supone aumentos de las temperaturas, subida del nivel del mar, alteraciones en las precipitaciones y mayor intensidad de acontecimientos meteorológicos extremos; las implicaciones clave afectan a la salud humana, a la agricultura, a los bosques, a las reservas de agua y a los ecosistemas", resumió en la conferencia de Bonn Robert Watson, director del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC), de Naciones Unidas.

Para precisar impactos y plazos temporales del cambio climático en el futuro, el Centro Hadley, líder mundial en la predicción, con sus potentes modelos que permiten hacer avanzar la evolución climática varias décadas y siglos en supercomputadoras, se ha planteado varios supuestos de emisiones de dióxido de carbono (CO2), el más importante gas de efecto invernadero. Los supuestos, o escenarios, como se denominan, consideran tres situaciones: que las emisiones sigan creciendo como hasta ahora sin ninguna medida de contención; que se tomen medidas de mitigación de manera que las emisones de CO2 se estabilicen en torno a 550 partes por millón en volumen (ppmv), el doble que la situación preindustrial; que se estabilicen en 750 ppmv. Actualmente, la concentración de CO2 en la atmósfera es 358 ppmv.

Adecuación y adaptación

Pues bien, si no se hace nada respecto a las emisiones, la temperatura media global en 2080 será 3 grados centígrados superior a la actual, calentándose la tierra el doble de rápido que el océano. En 2050 la subida sería de dos grados. En el escenario de estabilización a 550 ppmv esos dos grados se alcanzarán cien años más tarde, y en el de 750 ppmv, sólo medio siglo más tarde. El ritmo del cambio es crucial para ganar tiempo tanto de cara a las medidas de adecuación que se emprendan como a la adaptación de los ecosistemas.

El efecto de aplicar la reducción de gases de efecto invernadero especificada en el Protocolo de Kioto (un 5,2% en el plazo 2008-2012, respecto a 1990, por parte de los países desarrollados) "supone sólo 0,1 grados centígrados menos de aumento de la temperatura media dentro de un siglo", comentó en Bonn Geoff Jenkins, jefe del programa de predicción climática del Hadley, en la Conferencia de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático.

Esto se debe, explicó Watson, a que, "según la proyección de emisiones para el futuro, la mayor parte del aumento corresponde a países en desarrollo no obligados en el protocolo a contener sus emisiones". La importancia del protocolo, puntualizó, estriba en que supone una señal de salida para que los políticos empiecen a tomar medidas que deben ser mucho más ambiciosas.

El Hadley ha hecho las predicciones precisamente para contribuir al conocimiento necesario en la toma de decisiones políticas, asesoramiento científico que es papel fundamental del IPCC.

La contención de emisiones no tiene igual efecto en todas las repercusiones previstas del cambio. La escasez de agua será, en 2080, mayor que ahora para mil millones de personas en el escenario de 550 ppmv, mientras que si no se hace nada o poco (supuesto de 750 ppmv) serán 3.000 millones los afectados. En cuanto a la salud, los expertos del Hadley calculan que en 2080, 290 millones de personas más que en la actualidad correrán riesgo de sufrir malaria en el peor de los casos, mientras que en los dos supuestos de estabilización de emisiones, la cifra baja a 255 y 175 millones respectivamente.

"Los escenarios de contención de las emisiones estabilizan el clima y los impactos a largo plazo, excepto la subida del nivel del mar", dijo Martin Parry, de la Universidad de East Anglia (Reino Unido). El problema con el océano se debe a su inercia térmica, es decir, al hecho de que el calor tarda en ir penetrando profundamente en las aguas y su efecto, una vez desencadenado el calentamiento, se mantiene mucho tiempo.

Por ello, la subida del nivel del océano -debida a la expansión del agua y al deshielo continental y ártico- es el aspecto en que menos incidencia tiene a corto plazo la atenuación del cambio climático. Las predicciones indican que el mar subirá 40 centímetros en el 2080 en el escenario de aumento libre de las emisiones, y 30 y 27 centímetros en los otros dos supuestos. Además, el aumento del nivel del mar dentro de dos siglos será notable (casi un metro) respecto al presente.

Por lo que afecta a España, Watson fue muy claro: "Las zonas áridas y semiáridas serán más áridas aún, y sufrirán reducciones de precipitaciones el sur de Europa, Norte y Sur de África, Oriente Medio, México y parte de Sudamérica".

Jenkins explicó que ejecutar los modelos globales de predicción supone hacer cálculos matemáticos, en las supercomputadoras, para un millón de puntos sobre la Tierra, abarcando desde 30 kilómetros de altura en la atmósfera hasta cinco kilómetros de profundidad océanica. Tal es el volumen de cálculo que los modelos avanzan en un día de cómputo sólo tres años hacia el futuro. La resolución de estos modelos es de unos 300 kilómetros. "En los modelos regionales tenemos detalle de 25 o 50 kilómetros, pero son muy costosos en cómputo y por ahora sólo se han ejecutado para algunas regiones, como el Sur de Europa, India o zonas de África", comentó.

Por ello, la investigación del clima con mayor resolución es objetivo prioritario para el Hadley y otros centros de investigación. "También estamos incluyendo más procesos físicos en los modelos, como los fenómenos oceánicos, interacciones químicas, o efectos de la vegetación y la retroalimentación en el ciclo del carbono", añadió Jenkins.

España es especialmente vulnerable



"En los mapas de predicción climática recientes se ve que la península Ibérica, por su posición, participa más del cambio esperado en África que el resto del continente europeo. De ahí nuestra especial vulnerabilidad respecto al cambio climático", afirma Sergio Alonso, catedrático de Meteorología de la Universidad de las Islas Baleares y gestor del Programa Nacional de I+D sobre clima. Según un estudio de la Universidad de East Anglia, con cuatro escenarios de emisiones para el 2020, 2050 y 2080, comenta Alonso, en la península Ibérica habrá subidas de las temperaturas de 0,8 o 0,9 grados en el 2020 en el caso más favorable de emisiones, y de casi seis grados en el caso más desfavorable en el 2080.

"En las precipitaciones, en conjunto, se producirá un déficit que acentuará los problemas ya graves de recursos hídricos en algunas regiones, aunque en el suroeste y en Valencia las lluvias pueden aumentar ligeramente en invierno y en primavera", dice Alonso, que participó en la cumbre de Bonn como representante de la Oficina de Ciencia y Tecnología.

Él advierte de que no se puede hacer la proyección directa de los modelos climáticos globales a los de menor escala, pero que con técnicas de downscaling se obtienen datos de mayor resolución, y en esto trabajan grupos de españoles. "Están en marcha unos cien proyectos de investigación del clima en España y en los últimos cinco años ha aumentado tanto el nivel como la participación en proyectos europeos, aunque sería deseable que ésta aumentase más aún", dice Alonso.


Fuente: Diario EL PAÍS. 10 noviembre 1999