CONSIDERACIONES DE ECOLOGISTAS EN ACCIÓN

AL BORRADOR DE ESTRATEGIA FORESTAL ESPAÑOLA

MARZO 1999

ECOLOGISTAS EN ACCIÓN tras el análisis realizado del Borrador de la Estrategia Forestal Española de fecha 20.01.99, elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente concluye que aun suponiendo este documento una sensible mejora en relación con los borradores anteriores, se detecta en este nuevo Borrador una clara tendencia productivista rayando en ocasiones en un fomento descarado de la producción maderera. Entendemos que este apoyo al sector maderero esta fuera de lugar, creándose una contradicción entre los fines y objetivos que debe recoger una Estrategia Forestal, y las afirmaciones que se recogen en el documento en este sentido.

La Estrategia Forestal debiera marcar las líneas de actuación en materia de política forestal con la obligatoriedad de conservar la biodiversidad existente, y que en materia forestal supone un claro predominio del bosque mediterráneo. Sin embargo entendemos no se recoge con el peso específico necesario, y por tanto tampoco el máximo problema latente en el bosque mediterráneo la erosión y desertificación debido a la cuantiosa perdida de suelo fértil. Este problema se menciona en el documento pero no se le da la prioridad que merece de cara a marcar las pautas para una Política forestal futura, echándose en falta el expreso compromiso así como cuantificado de incrementar la cubierta forestal con especies autóctonas en las zonas de alto índice o riesgo de erosión.

Todo esfuerzo que a nivel europeo se realice por parte del Ministerio para reforzar la presencia del bosque Mediterráneo en las políticas forestales será bien recibido.

Dada nuestra realidad forestal, la Estrategia debe realizar un apoyo manifiesto al bosque autóctono así como a los bosques de alto valor ecológico y los bosques que mayores beneficios indirectos aportan a la sociedad (por ejemplo en evitar la erosión, catástrofes hidrológicas, ...)

Ante los desmanes practicados en las masas forestales bajo el escudo de realización de selvicultura preventiva u otras mejoras la Estrategia debiera establecer la obligatoriedad futura de realización de Evaluación de Impacto Ambiental para cualquier actuación, asimismo sería necesario que en el presente documento queden claras las prácticas admitidas como selvicultura preventiva, en ningún caso se admitirá la utilización de maquinaria pesada, y se tendrá el máximo cuidado en las nuevas pistas que se abran.

Entendemos necesario que en este documento se realice un posicionamiento expreso sobre la prohibición total de liberación al medio forestal de cualquier material biológico obtenido por ingeniería genética. El riesgo que puede conllevar la utilización del mismo es de tal envergadura que no podemos arriesgar la riqueza de biodiversidad con dicha práctica.

PRIMERA PARTE: DIAGNOSTICO DE LA SITUACIÓN DE PARTIDA

En esta primera parte del documento y en lo relativo a las Funciones que debe cumplir un monte, en ningún caso dentro de las Funciones Ecológicas, debe quedar recogida como una de ellas LA PROTECCIÓN DE EMBALSES FRENTE A LA COLMATACIÓN puesto que un embalse en si mismo, no es algo ecológico ni natural.

Como hemos indicado anteriormente, no podemos de ninguna manera coincidir con la larga "justificación" que se realiza sobre las bondades de las repoblaciones con especies de turno corto para una gran aprovechamiento maderero y rentabilidad económica, debiendo quedar bien claro cómo la introducción de especies de turno corto a lo largo de las últimas décadas no fue tan inocua como se quiere reflejar.

Resultan inadmisibles las afirmaciones que realiza un Ministerio que se llama de Medio Ambiente dentro del borrador de la Estrategia sobre la productividad de los montes españoles en el sentido de que éstos se utilizan por debajo de su potencialidad y sostenibilidad, y con ello justificando el aumento de superficie destinada al cultivo de plantas de crecimiento rápido. (pag. 30)

Debemos insistir de nuevo que se está realizando una Estrategia Forestal para un país de la cuenca mediterránea, donde las masas forestales dominantes son de bosque mediterráneo y donde la madera no es ni el único ni el principal aprovechamiento económico, así mismo la realidad cultural de los países mediterráneos, y por tanto del nuestro está muy lejos de identificarse con el consumo por habitante y año del resto Europeo, y bajo ningún concepto se puede marcar esta premisa para considerar un incremento futuro del consumo y por tanto de la necesidad de aumento de producción.

La Estrategia debería establecer la necesidad de disminuir la producción maderera fomentando el ahorro y la recuperación de papel usado.

Como paso previo al punto relacionado con los aprovechamientos forestales, la Estrategia debería cuantificar los beneficios indirectos del monte. Una cuantificación rigurosa del papel del bosque en la regulación del régimen hídrico, prevención de catástrofes, ralentización de la erosión, preservación de la biodiversidad,..., es imposible llegar a realizar balances económicos serios sobre la economía forestal ni planificar una política forestal de futuro, sin los mismos.

Entendemos la necesidad de utilizar nuevas formas de energía renovables, siempre que esta sustitución se encuentre apoyada por una política de ahorro energética, en la que el MIMAM debiera involucrarse ante la repercusión tan negativa que la obtención de energías entraña para el medio. La Biomasa nos parece una forma de energía aceptable en tanto se utilicen los residuos forestales, es decir los desechos de limpias y podas que periódicamente deben realizarse pero en ningún caso basado en plantaciones forestales a gran escala. Desde el punto de vista ambiental es necesaria la recuperación de tierras para revitalizar nuestros bosques y combatir la desertificación y la deforestación. Sólo en tierras baldías e inútiles para otros cultivos se admitiría la siembra de especies para su utilización energética.

En lo relacionado con los aprovechamientos cinegéticos el documento debe dejar claro que en ningún caso este aprovechamiento del monte eleva el nivel de renta de las comarcas donde se asientan las fincas de caza. Los beneficios por estos usos van principalmente a los dueños y gestores de los cotos dejando muy pocos beneficios a la población.

En cuanto a que la mejora de trofeos de caza aumenta la biodiversidad de los montes resulta hasta provocador. Una zona de monte vallada, donde se impide la movilidad de muchas especies, se imposibilita el intercambio natural de información genética entre poblaciones, donde todo lo que no sea especie cinegética es una alimaña a la que se puede disparar o envenenar, donde se sobrepasa la capacidad de carga de las fincas favoreciendo el desarrollo únicamente de las especies cinegéticas; no es, precisamente, aumentar la biodiversidad, ni " controlar las densidades cinegéticas para hacerlas compatibles en la capacidad alimentaria de los montes " como se afirma.

Resulta excesivamente simplista y no muy afortunado reducir la utilidad de la riqueza piscícola de nuestras aguas continentales a su pesca y su cultivo en centros industriales. Los peces, como cualquier ser vivo, desempeñan una función importante en las cadenas tróficas y en mantener en buenas condiciones las aguas.

La EFE debiera manifestar de forma expresa la necesidad de proteger la variedad piscícola y el peligro que corren muchas de las especies autóctonas; bien por sobrepesca, infraestructuras, o competencia con especies foráneas.

Al tratar la Estrategia el tema de la Certificación Forestal se manifiesta una serie de ideas preconcebidas no justificadas que pueden predisponer en contra de la certificación, aunque entendemos positiva la presentación de la Certificación en el documento, siendo algo que en estos momentos se está comenzando a implantar.

Desde este Documento se debería apoyar la elaboración urgente de los criterios nacionales para la implantación de la certificación forestal en nuestro país.

SEGUNDA PARTE: PROPUESTA DE POLÍTICA FORESTAL

Esta Estrategia Forestal es la oportunidad con la que cuenta el Ministerio de establecer una coordinación en materia forestal tanto a nivel estatal como autonómico, propiciando la definitiva distribución de competencias de la Administración Central, las CCAA y las Administraciones Locales en materia forestal.

Apoyamos la propuesta de promover medidas fiscales de cara a incentivar a la propiedad privada para una mayor y mejor conservación de los bosques.

En relación con los Montes de Utilidad Pública y el posible traspaso de cierta capacidad de gestión de éstos a los municipios que cuenten con capacidad técnica probada, entendemos que partiendo de las modificaciones de la Ley del Suelo y la falta de interés que demuestran la mayoría de los responsables municipales por la conservación de sus montes, sería del todo improcedente concederles mayores competencias.

Desde Ecologistas en Acción manifestamos nuestra oposición a que en la futura Ley de Montes se contemple la posibilidad de corresponsabilidad en la gestión de los montes entre comunidades autónomas y ayuntamientos.

Cuando en la Estrategia se tratan los principios que deben orientar el estatuto de propiedad privada, resulta inadmisible que se plantee la condonación de deudas adquiridas. En el caso de que el propietario privado no pudiera hacer frente a dichas deudas, difícilmente podría garantizar una gestión sostenible en el futuro por lo que la Administración debería directamente hacerse cargo de la propiedad.

Principio de Compensación; este principio es totalmente inaceptable como sustituto de la zonificación del suelo forestal. Según éste quedaría justificado destruir superficies de monte maduro, con toda la variedad biológica y complejidad de relaciones que encierra, siempre que se sustituyeran por una plantación joven cuyo valor es infinitamente menor y su futuro cuanto menos incierto.

En materia de incendios, la propia Estrategia debe recoger y estipular la obligatoriedad de una investigación sobre las causas del incendio y un estudio de la situación previa del monte antes de acometer ninguna regeneración.

La Estrategia no debe ser un documento que quede pendiente de la elaboración de la nueva Ley de Evaluación de Impacto Ambiental sino que debe adoptar una postura de influencia en su elaboración solicitando que se incluya la obligatoriedad de realizar el estudio de impacto ambiental para cualquier de actividad de una cierta entidad que se realice en un monte.

La Estrategia elude responsabilidades recurriendo a la nueva Ley de Evaluación de Impacto y a que sean las comunidades las que incluyan o no ciertos supuestos socialmente conflictivos, postura del todo inadmisible. Casos como repoblaciones con maquinaria pesada, cortas a hecho y matarrasa, apertura de pistas, son actuaciones lo suficientemente impactantes como para requerir un estudio de impacto ambiental previo a su ejecución.

Tanto para la preservación de los Bosques Naturales así como para los Enclaves Ecológicamente Frágiles, una de las propuestas de actuación para su conservación debería ser la adquisición por parte de la Administración (Autonómica o Central) de estos espacios.

En la defensa contra incendios forestales, es totalmente absurdo hablar de la función del fuego en la evolución de la vegetación forestal. Esta será una realidad en zonas vírgenes o poco humanizadas; algo que por regla general no ocurre en España. El fuego en nuestra sociedad hace tiempo que dejó de jugar una función biológica. Por lo tanto, la utilización del fuego en quema de pastos, matorrales y quemas agrícolas debe ser prohibido terminantemente. Las características tanto climatológicas como edáficas de las tierras españolas no permiten este lujo que tan caro sale en todos los sentidos.

La Estrategia debería especificar que actividades se incluyen como prácticas admisibles dentro de la selvicultura preventiva.

En la Estrategia se debe partir de la necesidad de disminuir las emisiones de CO2, cualquier otro planteamiento a este respecto está fuera de lugar en este borrador.

En la Lucha Contra la Desertificación, de ninguna manera se puede plantear como forma de la lucha la utilización de la biotecnología en zonas áridas. Si uno de los objetivos de la Estrategia es defender la biodiversidad biológica, la introducción de cultivos manipulados genéticamente no tiene lugar en el documento.

La Estrategia debe abogar por recuperar cultivos tradicionales, presentar propuestas que mitiguen el avance de las zonas áridas pero no plantearse la introducción de cultivos artificiales que podrían dañar zonas tan críticas como son las zonas áridas.

En el documento, se habla de la red de vías de saca, justificando que la insuficiencia de éstas repercute en la falta de rentabilidad del sector de la madera. Sin embargo las vías de saca no son insuficientes sino que el trazado de las mismas se viene realizando a la ligera, sin ningún tipo de estudio previo, siendo en muchos casos inútiles desde el miso inicio de su apertura.

Una vez perdida la utilidad de la vía de saca debería ser obligatoria su regeneración inmediata, evitando el avance de procesos erosivos por escorrentía, además de facilitar el acceso de vehículos motorizados a zonas de gran sensibilidad.

La mecanización en los trabajos forestales debería realizase únicamente en los casos que sea imprescindible, y en ningún caso deberá emplazarse para estas tareas maquinaria pesada.

En cuanto el Fomento de los Usos Terciarios del Monte, es muy importante que las acciones que se realicen vayan acompañadas de un estudio exhaustivo sobre la actividad a realizar. En estos estudios se debería tener en cuenta la capacidad máxima de carga. Una excesiva masificación y deterioro dispersa a los visitantes hacia zonas más vírgenes y sensibles.

En cuanto a la regulación del uso de vehículos "off road" en los montes, debería prohibirse por completo esas prácticas tan agresivas con el medio y peligrosas para la ganadería y personas afectadas.

TERCERA PARTE: APLICACIÓN Y SEGUIMIENTO DE LA ESTRATEGIA FORESTAL ESPAÑOLA

ANEXO I

En este punto únicamente incidir una vez más en la necesidad de eliminar ciertas prácticas comunes en la selvicultura y que resultan extremadamente negativas. Así en este Anexo se hace referencia a los objetivos comunes de la Estrategia Forestal con la Estrategia sobre Biodiversidad proponiéndose la " adopción de criterios de conservación y uso sostenible de la diversidad biológica en la gestión forestal de todas las formaciones forestales [...] ". Este párrafo se contradice con todo lo que suponen las cortas a hecho y a matarrasa, que suponen la destrucción de ecosistemas.

La Estrategia deberá realizar un compromiso expreso de NO UTILIZACIÓN de MATERIAL BIOLÓGICO obtenido por INGENIERÍA GENÉTICA.

OTRAS CONSIDERACIONES SOBRE EL SECTOR FORESTAL

En la Estrategia Forestal se debería contemplar "La restauración de los ecosistemas autóctonos" y "Los modelos de gestión de los ecosistemas forestales", incluyéndose objetivos claros, cuantificados y con un cronograma concreto, sobre todo en lo que se refiere a: