Por qué el Norte contamina, pero se destruye el ozono del Sur

por Carlos Elías

El Norte contamina y el Sur paga las consecuencias climáticas.Es una injusticia de la naturaleza y científicos y ecologistas llevan tiempo haciéndose la misma pregunta: ¿Por qué si casi todos los países contaminantes y emisores de sustancias que destruyen el ozono están en el Norte, la capa de este gas se destruye en el Sur?

Una investigación de la NASA parece haber encontrado la solución.Los satélites han detectado unas olas atmosféricas gigantescas que, aunque invisibles e imperceptibles, son lo suficientemente importantes como para evitar que se produzca un agujero de ozono en la zona del Artico. Estas olas de aire son similares a las del mar, sólo que se mueven de norte a sur y a escala casi planetaria.

Las reacciones químicas para que se destruya el ozono implican no sólo la existencia de los clorofluorocarbonos, sino de unas temperaturas extremadamente bajas.

Según la investigación de la NASA, publicada en Journal of Geophysical Research, estas olas atmosféricas son especialmente potentes en el hemisferio norte debido a que en esa parte del planeta se concentra la mayoría de las tierras y de las montañas de gran altura.

Estas condiciones propician que esas olas atmosféricas sean cálidas y que incrementen la temperatura de la estratosfera del Ártico, impidiendo las reacciones de destrucción del ozono.

En el hemisferio sur también se generan las olas, pero al haber menos tierra, más agua y sobre todo casi no existir grandes cadenas montañosas, su fuerza es menor y la bajísima temperatura de la estratosfera antártica no se ve alterada por ellas, por lo que en el ozono si puede destruirse.

«El Himalaya fuerza en gran medida la creación de estas olas en el hemisferio norte y nos salva de un agujero de ozono», explica Paul Newman, no el actor sino el científico responsable de esta investigación.