Usted separa, ellos lo juntan
SOCIEDAD Miércoles, 14 de octubre de 1998
La recogida selectiva de envases apenas contribuye a que después se reciclen
ALFREDO MERINO
Especial para EL MUNDO
Diez meses después de que arrancara el plan de recogida selectiva de basuras, y a pesar de los esfuerzos e inversiones realizadas para su aplicación, no se ha mostrado muy eficaz.
Esto, al menos, es lo que se desprende de la opinión de la Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental, CODA-Ecologistas en acción.
La agrupación, que, por otra parte, ha participado en las campañas de concienciación ciudadana sobre la obligatoriedad y necesidad del llamado punto verde, ha denunciado en repetidas ocasiones la falta de resultados del plan. Si usted encuentra la etiqueta de la doble flecha en el envase de cualquier producto, debe saber que está pagando una sobretasa para financiar su reciclaje. (Tengan en cuenta la fecha en que se escribió este artículo, que es 1998. En la actualidad la situación debe ser razonablemente mucho mejor)
Así lo señala Theo Oberhuber, secretario general de la CODA: «El sistema de punto verde es, en algunos aspectos, un fraude ambiental. Sobre todo en el sentido de que no está sirviendo para potenciar ni la reducción, ni el reciclado, ni mucho menos la reutilización de envases».
En opinión de los ecologistas, este sistema de etiquetado apenas es conocido por el ciudadano. «Con ser esto grave, lo es más el que muchos de aquellos productos que están en el mercado con dicho símbolo, no están siendo reciclados», señala Oberhuber.
Este punto de vista choca fuertemente con los datos ofrecidos por Sistemas Integrados de Gestión (SIG), Ecoembes, la sociedad de la que depende el diseño y gestión de la recogida selectiva de embalajes ligeros, en la que se basa una parte importante del punto verde. Esta entidad, a la que han solicitado su adhesión más de 9.800 compañías, habiendo formalizado el correspondiente contrato de adhesión 7.150, agrupa a la mayoría de las empresas envasadoras, así como grandes superficies, cadenas de supermercados, productores de materias primas y empresas recicladoras.
Los datos
Según Ecoembes, y, tras la adhesión a su sistema de gestión de residuos del País Vasco, en el pasado mes de septiembre, son ya 16 las comunidades autónomas las que se han integrado en el mismo. Sólo falta por hacerlo Extremadura.
Los datos de Ecoembes parecen concluyentes: «A la espera de que se adhiera Extremadura, sobre la que no tenemos noticias de que existan problemas para que lo haga en breve, la recogida selectiva de residuos cubre un territorio que equivale al 97,4% de todos los residuos sólidos urbanos generados en España», señala Jesús Gómez, portavoz de esta sociedad.
Los ecologistas no dudan de la veracidad de tales datos, aunque aseguran que el problema no estriba en la recogida de los residuos, sino en su destino final. Según afirman, son muy pocas las Comunidades que están haciendo una correcta separación en origen de las basuras. «En determinadas comunidades autónomas, estos residuos son llevados al vertedero, sin más. Allí se juntan con el resto de la basura llegada por otros caminos. Bien es cierto que en algunas otras, como es el caso de Madrid, sí que se ha comenzado a desarrollar esta recogida selectiva, aunque sólo en una pequeña parte de su volumen total, a lo sumo con un porcentaje inferior al 20% de sus ciudadanos», aclara el secretario general de la CODA.
En este sentido, debe señalarse que todavía no se ha puesto en marcha el plan de recogida selectiva de basuras en la ciudad de Madrid, donde se concentra el mayor número de habitantes de su Comunidad. Algo que los conservacionistas consideran particularmente denunciable. «El dinero que se está dedicando a este plan y el que los ciudadanos están pagando, no está sirviendo para nada. En líneas generales puede decirse que con la basura sigue haciéndose lo de siempre. Hoy por hoy es un fraude», señala Oberhuber, quien se pregunta cuál es el porcentaje de los productos que son seleccionados en origen mediante el sistema de ecoembalajes y que son tratados y cuál el de aquellos otros enviados sin ninguna clase de tratamiento al vertedero.
Para establecer una recogida de residuos selectiva que sea auténticamente eficaz, los críticos al sistema actual consideran necesario el establecer una penalización, mediante ecotasas, o con prohibiciones legales, que regule el uso de determinados materiales, de manera especial los denominados briks, cuya separación de las materias que los componen resulta especialmente dificultoso.
«Pero ante todo, lo primero que habría que hacer es la puesta en marcha del Plan Nacional de Residuos Sólidos Urbanos, algo que lleva varios años de retraso y que es competencia directa del Ministerio de Medio Ambiente. Hasta que no arranque este reglamento no resulta posible hacer un correcto desarrollo de la Ley de Envases y Embalajes», subraya Oberhuber.